domingo, 4 de julio de 2010

A mi bebé




Que felicidad señora mamá
me repetía una y mil veces,
el llanto de mi hijo
me hacia dar cuenta
de tal situación.
He logrado ser madre
después de tanta lucha,
despues de tantas lágrimas,
de tantas noches en vela,
pidiendo al cielo
pidiendo a la tierra,
buscando en todos sitios
imagenes de pequeños y pequeñas.
Imaginandome sus rostros,
sus ojitos sinceros,
sus piecitos gorditos,
sus nombres,
mi felicidad junto a ellos.
Los años iban pasando
el milagro no venía
el problema principal
fue que él no quería,
y después de tanta angustia,
de suplicar mil veces en vano,
se alejo para siempre
de su amado,
en busca de su objetivo,
de su anhelo mas deseado,
la búsqueda de su primer hijo
junto a otro hombre al lado,
la idea era que juntos
quisieran ambos ser padres,
que compartan cada momento,
como único e inolvidable,
hasta que llegó aquel buen hombre
con deseos similares,
hicieron con mucho amor
a su hijo adorado,
lo amaron desde el primer día,
y brindaron emocionados,
el milagro se ha cumplido,
agradecio ella en alto,
a Dios, y a todos aquellos,
que alguna vez la escucharon,
porque en el fondo sabía
no la habían derrotado
.
La mamá de Gian (Argentina)