La música había dejado de sonar, sus fuerzas se marchitaron, el camino tenía una luz muy tenue sinembargo aun era largo. Muchos rostros desconocidos con sus miradas perdidas, sin saber nisiquiera si querer o no encontrar el rumbo; que rumbo?. Hay en realidad un rumbo recto o todos tienen sus curvas?. Sola en la inmensidad luchando con fieras conocidas, sera necesario? o sera mas facil correr, correr hacia la libertad, sin tener que soportar condicionamientos y formalidades. Sin tener que rogar un poco de atención, darnos cuenta que somos mucho, y no necesitamos de los que nos ven como poco, como incoherentes, como absurdos, al contrario, queremos vida, alegría, companía, confianza, reconocimiento, pero claro no es posible porque las bestias titilan en todos lados, sin dejarnos crecer, sin dejarnos volar, sin dejarnos vivir.
Entonces me siento al aire libre y me pregunto si a ésto vine a este mundo, a tener miedo de expresar lo que quiero, a callar, a agradecer algo que no pedí; y me encuentro sin respuestas, solo el aire me rodea, solo el aire me acompaña, pero no me da respuestas ciertas; me murmura soluciones a medias, me propone cambios que me afectan, y despues de todo me pregunto, porque debo cambiar yo, si no es mío el problema.
